El científico Andrés Carrasco que demostró en un laboratorio que el glifosato en dosis muy inferiores a las que se emplean en la agricultura produce gravísimas alteraciones embrionarias; dijo que su investigación "es una señal de alarma por el uso de los agroquímicos" en la Argentina. Y planteó que la fumigación de "17 millones de hectáreas del país con 200 millones de litros de herbicidas ameritan revisar la escala de cómo se están usando, porque en esas 17 millones de hectáreas viven millones de personas".
Carrasco estuvo esta semana en el hospital Iturraspe de Santa Fe, donde compartió un panel sobre "La salud en los tiempos de los agrotóxicos", con el médico Rodolfo Páramo, quien en los '90 advirtió sobre la cantidad de malformaciones en partos que atendía en la ciudad de Malabrigo, en el norte santafesino y el biquímico Horacio Lucero, que hizo observaciones similares en Resistencia. La conferencia se realizó en el marco de la campaña "Paren de fumigarnos", que iniciaron el Centro de Protección de la Naturaleza de Santa Fe, las Madres de Ituzaingó y el Grupo de Reflexión de la provincia de Buenos Aires. Leer más
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