Este año, el simple acto de alimentarse cada día se ha convertido en una meta inalcanzable para 862 millones de personas en todo el mundo. En la Argentina, 25 chicos/as menores de un año mueren por día, la mayoría de ellos, por causas evitables como la desnutrición o enfermedades curables. Nuestra ciudad, Rosario, no está exenta de esta problemática.
¿Por qué en un país tan rico en bienes naturales sucede esto?
• Porque el modelo económico desde mediados de los ´70 viene sosteniendo una política de concentración de la riqueza en pocas manos, que excluye el acceso a los derechos básicos de las mayorías populares.
En el campo, donde se producen los alimentos, esto se vio reflejado en el modelo de agricultura extensiva, corporativa y de monocultivo. Esto es, grandes extensiones de campo en manos de un puñado de empresarios, que no emplean mano de obra (2 trabajadores rurales cada 500 ha.), y en busca de rentabilidad, recurren a la siembra de semillas transgénicas y uso del glifosato, descuidando el medio ambiente y la salud de la población aledaña como la de sus trabajadores. En busca de hacer un gran negocio destinan la tierra, que debería producir alimentos para los argentinos, a sembrar soja para exportarla al mercado asiático para alimentar a los chanchos o para la producción de agrocombustibles para los autos de los países europeos y yanquis, y así sostenerles los niveles irracionales de consumo.
¿Y qué tiene que ver esto con nuestra ciudad?
Que este modelo agrícola, de concentración y monocultura:
. expulsó a trabajadores rurales y pequeños agricultores del campo, mejor decir, 103.000 flias. o más, en los últimos quince años, que migraron, entre otros destinos, a los barrios pobres de nuestra ciudad, sin poder reproducir su cultura y costumbres, engrosando la lista de desocupados y excluidos.
· desplazó la producción de alimentos, los que hoy recorren medio país para ser consumidos. La disminución de la producción y el costo del transporte, los encareció. La producción de alimentos pasó a ser un negocio de grandes corporaciones que exportan la mejor calidad y deja al pueblo consumiendo basura, cuando consume.
· está erosionando la tierra y talando indiscriminadamente los bosques nativos. Ambos daños producen pérdida de biodiversidad y desertificación que son irreversibles. En este modelo reside una de las causas del cambio climático y da respuesta a por qué este año tuvimos una de las sequías más largas de la historia.
· privatizó todo los eslabones de su cadena: las semillas, los agroquímicos y la exportación. Esta privatización están en manos de grandes empresas nacionales y extranjeras.
· está produciendo la contaminación del suelo, aire y agua generando daños en la salud de nuestra población, como es el caso de la cerealera ubicada en barrio Malvinas y los pueblos del cordón industrial donde se incrementaron enfermedades irreversibles como el cáncer.
Nosotros y nosotras estamos convencidos/as de que Otro Mundo es Posible, y que esta realidad se puede transformar con voluntad política traducida en políticas públicas adecuadas y con un pueblo movilizado en pos de:
“DISTRIBUCION DE LA RIQUEZA PARA TERMINAR CON EL HAMBRE
y REFORMA AGRARIA INTEGRAL PARA COMBATIR LA POBREZA”
Ya es tiempo de SOBERANÍA ALIMENTARIA!!!!
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Adhiere: Editorial Último Recurso - Taller Ecologista - ATTAC - Proyecto Sur - CTA Rosario – La Verdecita – Corriente el Militante
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